Preguntas Frecuentes

Categoría: Suelos

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La acidez del suelo puede ser causada por el uso frecuente de fertilizantes, la lixiviación de bases intercambiables por el agua de lluvia, la descomposición de la materia orgánica o la liberación de iones H+ cuando las plantas absorben cationes básicos como Ca++, Mg++, K+. Una de las prácticas más comunes y de efecto a corto plazo es el “encalado” o aplicación de Carbonato de calcio (CaCO3). Para determinar la cantidad de cal, es necesario contar con un análisis de suelo. También, se recomienda seleccionar especies vegetales que sean tolerantes a estas condiciones del suelo.

La presencia de sales puede afectar al desarrollo de las plantas así como también a la estructura del suelo. La sequía fisiológica causada por la presencia de sales puede afectar desde la germinación y producir la muerte de plántulas, por lo que las áreas más afectadas quedan inutilizadas para la producción de cultivos. Si, entre las sales se encuentra una alta concentración de Sodio, ocurrirá una dispersión de partículas de suelo, con la consecuente afectación a la estructura del suelo. Existen varias prácticas que pueden ayudar a disminuir los efectos de la salinidad. El uso de yeso agrícola, el mejoramiento del drenaje y lavado del suelo, así como la siembra de especies tolerantes pueden contribuir a reducir el efecto de la salinidad.

R. Actualmente existen implementos de labranza que pueden romper las capas compactadas sin volcar el suelo o dejar terrones en la superficie. Es recomendable implementar la rotación de cultivos incluyendo especies con sistemas radiculares capaces de romper capas endurecidas. Se recomienda reducir al mínimo el uso de maquinaria y evitar el tráfico cuando el suelo está demasiado húmedo e incorporar los residuos de cosecha para mejorar el estado físico del suelo. En suelos donde no es posible implementar la Siembra Directa, se recomienda alternar cada dos años la labranza convencional (arado rastra) con labranza profunda (arado de cincel), para romper la compactación, mejorar la aireación y la retención de humedad en el subsuelo.

La compactación está asociada al uso excesivo de maquinaria agrícola, principalmente cuando el suelo está en condiciones de demasiada humedad. Los implementos de labranza provocan la ruptura de los agregados; la presión que ejercen las ruedas provoca la disminución de los poros del suelo y el agua facilita el deslizamiento de las partículas. De esa manera las partículas del suelo van acomodándose unas seguidas de otras, formando una capa compactada de suelo. La compactación del suelo tiene un efecto sobre las características físicas, químicas y biológicas del suelo y en consecuencia, sobre el crecimiento de las plantas. Al disminuir la porosidad del suelo y formarse una capa densa, el suelo compactado es un impedimento físico para el desarrollo del sistema radicular, limitando la absorción de agua y nutrientes. También, la capa compactada limita la circulación del agua en el perfil de suelo. La falta de oxígeno puede afectar a la sobrevivencia de los microorganismos encargados de los procesos bio-geo-químicos que ocurren en el suelo.

Abono Verde es cualquier especie vegetal sembrada con el propósito de producir biomasa para mejorar el suelo. Entre los beneficios de los Abonos Verdes se cuenta el reciclado de nutrientes, la utilización del nitrógeno atmosférico, la protección del suelo contra el impacto de las gotas de lluvia y la incidencia directa de los rayos solares. Los abonos verdes pueden producir hasta 40.000 kilos de materia verde y 8.000 kilos de materia seca, contribuyendo significativamente al mantenimiento de la materia orgánica humificada. El Centro de Investigación Agrícola Tropical ha validado 8 especies vegetales que pueden ser utilizadas como abonos verdes: Crotalaria, Mucuna ceniza, Mucuna negra, Lablab, Nabo forrajero, Guandul, Sorgo forrajero y Glycine. También, la combinación de especies ha dado excelentes resultados en la rápida cobertura del suelo.

El bajo contenido de Materia Orgánica es una característica generalizada en los suelos del departamento de Santa Cruz, condición que afecta a la productividad de los cultivos. La Materia Orgánica tiene un papel fundamental en la estabilidad de los agregados y en la retención de agua del suelo. Es fuente de energía para los microorganismos y es la principal fuente de nutrientes como Fósforo, Nitrógeno y Azufre para las plantas. La rotación de cultivos, alternado gramíneas y leguminosas, el incremento de nutrientes y la implementación de Abonos Verdes, son prácticas viables para aumentar la Materia Orgánica del suelo.

La adición de nutrientes en las dosis adecuadas puede incrementar los rendimientos de los cultivos, siempre y cuando las prácticas de manejo agronómico sean realizadas de manera adecuada y oportuna. Por ejemplo, un bajo contenido de materia orgánica en el suelo revela una alta necesidad de fertilizar con nitrógeno; las gramíneas responden bien a la aplicación de fertilizantes nitrogenados, principalmente cuando se utiliza semilla mejorada, densidad de plantas adecuada, control oportuno de plagas, enfermedades y buena disponibilidad de agua. Es importante conocer la época de mayor demanda de nutrientes de los cultivos como también la dinámica de los nutrientes en el suelo. Así, el fósforo puede ser aplicado en su totalidad al momento de la siembra, mientras que el potasio puede ser fraccionado en dos aplicaciones (en suelos arenosos). El nitrógeno es uno de los elementos más dinámicos, por lo que la época de aplicación está condicionada principalmente a la demanda del cultivo, la cantidad requerida y el tipo de fertilizante utilizado.

La información básica para determinar el uso eficiente de fertilizantes, es el diagnóstico de fertilidad basado en el análisis de suelo. Así mismo, es importante conocer cuál es el requerimiento de nutrientes, el rendimiento esperado y la(s) épocas de mayor demanda del(os) cultivos. Es muy importante que las estrategias de fertilización se definan a nivel de lote. Cada lote posee características diferentes provenientes de la interacción del tipo de suelo, el manejo y el efecto del clima local. La aplicación de fertilizantes debe estar orientada a un uso racional, para disminuir el impacto económico y al medio ambiente.